Si quieres que te lo diga...
Esperaba que me saludes, que te despidas.
Ya ves, después de todo, mejor dicho, después de nada, de ya nada:
Yo te sigo esperando como aquélla madrugada.
Espera.
Y sé que no lo sabés. No sos bueno para las adivinanzas. Mejor dicho, no te importa adivinarme.
Ya no te importa.
Y decís que esta canción te dejó la cabeza hecha un trapo de piso.
¿Por qué, Oliver? ¿Por qué sentís a tu cabeza como un trapo de piso, después de haberla escuchado?
El dolor también es belleza.
http://www.youtube.com/watch?v=5N0KLu4vfkE&feature=related
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