domingo, 5 de febrero de 2017

Ya me estoy pareciendo a un amigo mío

Todavía no cruzamos dos palabras
(Sólo catorce miradas y media)
y ya te escribí como quince poemas.
Estoy mintiendo y ya te diste cuenta.
La verdad es que            
Quisiera ser tu luz a encender.
Te lo repito
por si no lo entendiste o no escuchaste bien,
como para que no quede duda de nada, viste.
Quisiera-ser-tu-luz-a-encender.
Quisiera que me arranques de la oscuridad
fervientemente, fervorosamente, efervescentemente, desesperadamente  
Un ratito nomás.
Prometo seguirte el juego,


brillar
brillar brillar brillar brillar
hasta que se te acaben las ganas.


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Invocación


La ausencia de los jazmines
y un olor a cigarrillos que pide eternidad.

Calla el mar, oscuro.
Y los encendedores se pierden como nosotras.

-La luna está toreando.-Dice Louis, por segunda vez.
Tiene razón.
Aún no aprendimos a creer
que somos
las que beben
las aguas a la hora de la siesta
y cuando la tormenta nos olvida.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Quiero



decirte que soy un mar que quiere
llenarte la boca de sal y de viento
arremeter contra tu cuerpo que no sabe escuchar otros cuerpos que no saben

nada más y nada menos
que mojarse los pies






en mí.


lunes, 15 de agosto de 2016

No se va a llamar mi amor


Quiero que mojes tu luz
en mi cuerpo incompleto,
pero con lunares.

Pienso lamer tu luna
hasta que se apague.

-Ya no eres.-Me dirás- Ahora hablas de la luna como hablan los poetas.


martes, 14 de junio de 2016

Tú te has vuelto un yo.

Te has ido
No sé bien con quién ni cómo
Y no me importa porque sigo
Borracha
Sin nadie a mi alredededor
Vomitando flores de vainillas
Y sabiendo
Que no podés

Tristemente no podés
Ser mi vómito de vainilla de un miércoles por la madrugada.

De espiojane intrínseco entre la estufa
Que está seguramente en piloto
Y vos
Y vos
Alguien me dice: sos especial.
Y vos

Tristemente no podés.

El último poema

Me hubiese gustado despertarme con un poema tuyo que diga
La verdad es que estás re buena (o algo así, como vos quieras)
Y Cuando nos miramos
Y Los pasillos oscuros y a media penumbra son tan lindos con vos
Vos sos tan pasillo, tan tasita de té o vino derramado en el colchón
Y nada más
O quizás, también
Que el poema diga
Volvernos a mirar
O
Que diga solamente una palabra
Como epidérmico o fantasmagórica

Me resulta tan difícil escribir este poema.
Ahora me doy cuenta.
Quizás no sé bien qué quiero que diga el poema.
Lo que importa es que quiero poema
Lo quiero tuyo
Quizás como si no nos hubiésemos conocido,
Como si todavía yo siguiera estando más en el pasillo que en tu cama.


lunes, 22 de febrero de 2016

Mirándonos



Me gusta cuando hablás de los ojos.
Me gusta fantasearte en los balcones.
Me gusta cuando me sacás del aburrimiento cotidiano de saber lo que una es entre tanto miedo y tanta sed.
Me gustaría escribir que me gusta mirarte cuando hablás de mirarse.
Me gusta que no sepas que sos el argumento de este relato postergable
y de mis viejos deseos que maquinan desde el vello de mi entrepierna
hasta las moscas en mi oídos.
Me gusta que seas eso que está en las esquinas
y que define el tiempo y el espacio




de eso que a veces yo llamo la excepción.