jueves, 7 de octubre de 2010

Cuando yo era Sofía

Sofía sobre el puente

Hacer bien las cosas es una pérdida de tiempo.
En los errores está la vida, me dijo el pez que mordió el anzuelo.
El pez era un idiota. El pez tenía razón. Yo a veces también tengo razón, la guardo en el bolsillo pero la pierdo, se me cae por el agujero del bolsillo y la dejo atrás con mis pisadas y el diario.
La vuelvo a encontrar en las casualidades, cuando se impone, soberbia. Yo me acuerdo que soy humana cuando me libero de ella, pero después me olvido de nada y de la humanidad mía cuando pasa algo o miro sobre un puente cómo el pez muerde el anzuelo. Lo muerde. Y sabe que morirá, yo sé que lo sabe. Pero también sabe que si no muerde el anzuelo para morir, nunca sabrá que estuvo vivo, nunca sentirá la pasión en sus escamas. Me lo dijo cuando se enamoró de mí-
Yo le clavé el cuchillo al medio. Me gustaba su cara de sufrimiento. Yo también quiero eso.
Necesito dolor. Necesito sentirme viva. Desde el puente puedo ver tantas cosas.
Yo también quiero ser un pez.

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