viernes, 5 de agosto de 2011

-Estás callada .

¿Por qué tanta agua? 


Y me acabo de dar cuenta de que allá, con ellos,  también había caballos.


Y de verdad pareciera que el silencio sea signo de que algo está en el aire. Así pasó el fin de semana pasado. Pero es que a veces el silencio no es más que el ruido de fondo y vos le ponés traje y corbata entonces mi cabeza atrapamoscasdevenus comienza a hacer un registro de quizás que motiven a ese ruido/silencio a estar ahí atrás, espiándonos de reojo, probablemente esperando. Y entonces buscamos esa cosa que está esperando. Pero felizmente no hay nada. Nada más que Temerosa Árbol. 


Es increíble escucharte decir ese cualquier cosa que coincidentemente o no está revoloteando en mi cabeza como un barrilete (Sí, barrilete. Que tontería. Y sí. Qué otra cosa podría ser. Debe ser por esto que estuve hablando hace un rato. Infancia querida de mierda) que va chocando con las esquina de mi cabeza y va creando tormentas eléctricas que me llenan de sensaciones extrañas, sensaciones que tienen el título de sensaciones y mejor dejo de explicar, es más lindo guardárselo para uno mismo. Sí, egoísta, ponele (La piedrita de mis huellas que podría llamarse Oliveira debe estar en otros zapatos o en París, en estos ya no. O en realidad sólo por estos minutos es válido ese "ya no", lo cual no deja de ser motivo de sorpresa). Casi exactamente igual como cuando te beso. 
Me das miedo cuando decís o actuás (espontáneamente/desapercibidamente/desinteresadamente) de manera que supieras exactamente lo que estoy pensando. No es que me den miedo los espejos ni las sombras, tampoco vos. Pero. Realmente estás lleno de este tipo de misterios. ¿Mi misterioso alguien? (jajajaja. Canción de mierda, realmente. Me extraña de vos. Y resulta increíble que todavía no te hayas dado cuenta que sos vos. O quizás. O silencio. Jude, en realidad) Y me encantaría ser propietaria de ese misterio y saber si en realidad lo hiciste por que sí (como siempre decís pero que esta vez no dijiste por que-) o porque lo pensabas mientras yo pensaba. Presentimientos o cualquier tipo de palabras que hable de cosas que nos dejen la cabeza prendida fuego y la boca seca con ganas de besos que hablen y pronuncien perfectamente: Temerosa Árbol. ¿Querés que lo diga? ¿O en realidad sólo tenías ganas de ponernos un espejo enfrente y reirte un rato, sin esperar nada? Ah, cielos. Sos un tarado. Por que siempre esperás, ya te conozco mirá. ¿Pero de verdad lo querés? Hablás tanto y decís tanto pero callás tanto también (Sí, es súper trillada esa frase pero es que este silencio/ruido es realmente mierda y en nosotros ya es algo trillado, querido) o a lo mejor no y es mi cabeza que tiene ganas de andar escuchando canciones que se titulen Duda (por costumbre, y dejemos el tema ahí si no querés que la cabeza se transforme en una locomotora del futuro e invente monstruosas inseguridades.) 


Y espero que no sepas lo que hoy pensé, o que no hagas ningún tipo de comentario al respecto porque claro, te tendría que pedir perdón o algo por el estilo y no soy buena para eso. Es decir, la cuestión no está en pedir perdón, sino en quedar en evidencia.

Yo no sé muy bien qué significó eso. Tengo la imaginación entusiasmada [Intusiasmada, inocente mezcla sintetizadora entre intuición y entusiasmo]. (Sos especialista en lograr eso en mí.) Eso no significa que mejore con mi literatura, no, lamentablemente eso empeora. Pero supongo que cuando suceda te voy a contar aquél sueño y vos te vas a reír como loco, me vas a retar por mi cabeza fríamente maquinante o por el agua o por el silencio. El silencio, nene. Y sabrás perfectamente, incluso mejor que yo y que Sofía, por qué temerosa árbol. Y es que es simplemente eso lo que siento: Temerosa Árbol.














No hay comentarios:

Publicar un comentario