sábado, 27 de agosto de 2011

Sólo te pido.

Es la vieja cuestión de que me hacés tan bien como mal, que si no me podés hacer mal, no me podés hacer feliz.


Pero te juro que esto es demasiado. Y no puedo soportarlo. Y no sé.


Brindemos por el no sé otra vez, otra vez el no sé carajo.


Y aunque yo esté sentada en esa mesa emborrachándome de esa alegría tonta, riendo exageradamente, pidiéndole piedad a la realidad (que no sé) entre cada carcajada, estoy deseando entender algo de todo esto (pero no demasiado porque no soy de hierro.)





Yo no quiero llorar más por vos. Y tal vez sea hora de que necesitemos alguien que nos emparche un poco y limpie nuestras cabezas, como ayer. Pero yo no voy a hacer tu alguien. Nada de clavos que saquen otro clavo.



Y te juro que hoy quiero gritarle al viento todo el dolor que tengo por sentir eso que nunca quise sentir y que es una mierda y que a veces no existe, como por ejemplo ahora mi amor.








Yo no sé por qué tengo esa cuestión de dejar pasar las cómodas oportunidades y hoy quizás sea tarde para decirlo. ¿Y para sentirlo?


Temerosa árbol.

jueves, 25 de agosto de 2011

lunes, 22 de agosto de 2011

MI AMOR.


Y como era de esperar, supiste responder a mis predicciones.

A pesar de tu histeria indefinida, las cosas están claras. Quizás no estaba tan equivocada cuando decía lo que decía hace unos meses atrás. 


Sólo espero no tener razón.

sábado, 20 de agosto de 2011

Una lágrima y dos medialunas.


Y ahora hacés como si nada. 


Perfecto.


Pero tomatelo en serio. ¿Dale? Por que no tengo ganas de estar pendiente de tus dudas que son como un dado sin caras que está en el aire y nunca cae.


Y no. No te confundas. No estoy enojada.




Supongo que alguna vez desayunaremos de verdad, es decir, junto al café y las medialunas tendremos también esas palabras que ninguno de los dos quiere pronunciar (y que son tan sabrosas cuando se dicen/escuchan. Y tan insoportables cuando se las tiene atragantadas).

No sé por qué nos fastidia tanto.


Pero ya nos cansaremos del silencio y sus caprichos, sin mencionar la cuestión de la insatisfacción insaciable y sus momentáneas excepciones, o sea: la felicidad.

Es decir, después de todo no soy la única Temerosa. Ya ves, humanos .

lunes, 15 de agosto de 2011

Te odio cuando sos la víctima.


¿Cómo llegó hasta mi garganta? No, no repasemos el trayecto porque vuelvo a decaer. (Todavía no es el momento.)


Ya no sé que más pensar. Y eso está bueno, dejar la mente colgar del tendedero por un ratito y chupar un caramelo como si fuese la medicina que entra por tu cuerpo y andá a saber cómo (la nota del parcial indica que claramente no entiendo biológica, es decir, no puedo entender lo que no puede ser de otra manera. Pura lógica. Y claro. Si he perdido la razón. Ayer, por ejemplo, te la tuve que dar a vos. Y te odié por eso) penetra por las entrañas de esta reciente y detestable angustia para desarmarla hasta desvanecerla. 

No, no soporto a los psiquiatras. En realidad no conozco a ninguno. 

Tampoco me soporto a mí. 


No tengo caramelitos ni cigarros. Tampoco a vos. Hoy no. Y te necesito.


Gracias por devolverme el favor. 

domingo, 14 de agosto de 2011

Impotencia.



Insoportable. Realmente no soporto lo que me dijiste. Tengo las palabras quemándome la frente y lo que es exageradamente insoportable es saber que tenés razón. Y no puedo hacer absolutamente nada contra ello.

Impotencia y rencor hacia mí misma. (Sofía se borró. No la veo en estas acciones. No la reconozco. También estoy enojada con ella y con la palabra y conmigo sobretodo. Soy yo la que no puedo perdonarme.)

No sé muy bien qué pasa. No me entiendo a veces, como por ejemplo hoy.

Siempre pensé que las cosas se darían al revés. Me cuesta acostumbrarme a disfrutar sueños cumplidos. Es tan raro en mi.

Ando rara, sí sí. Tenés razón. Tirame con un zapato y decime que soy una mierda. Entonces voy a descubrir que es verdad, que soy humana y que a veces, esta humana es una mierda. ¿Por qué? Por que nos cuesta tanto ser felices. Perdón por el nosotros inclusive. (Sí, perdón por eso también, la puta madre). En realidad, quien tiene problemas para creer que por fin sucedió y que la vida con azúcar está en frente para arrojarme sonrisas frescas, soy yo.

Perdoname otra vez por no creer en nuestra realidad y contagiarte esta forma de matar la vida, de acribillarnos, desdibujarnos, mutilarnos, rompernos.

Sí, soy una completa mierda por no saber demostrarte absolutamente todo lo que siento por vos.
Soy tan imperfecta que creo que este juego tuyo funciona fantásticamente. Al fin y al cabo todo se resume a una duda entre si puedo o no, si me estás manipulando o no,si verdaderamente lo queremos o no,si estamos dispuestos a disfrutar o no lo que tenemos.

Por favor, creamos que después de todo, es real.

viernes, 5 de agosto de 2011

-Estás callada .

¿Por qué tanta agua? 


Y me acabo de dar cuenta de que allá, con ellos,  también había caballos.


Y de verdad pareciera que el silencio sea signo de que algo está en el aire. Así pasó el fin de semana pasado. Pero es que a veces el silencio no es más que el ruido de fondo y vos le ponés traje y corbata entonces mi cabeza atrapamoscasdevenus comienza a hacer un registro de quizás que motiven a ese ruido/silencio a estar ahí atrás, espiándonos de reojo, probablemente esperando. Y entonces buscamos esa cosa que está esperando. Pero felizmente no hay nada. Nada más que Temerosa Árbol. 


Es increíble escucharte decir ese cualquier cosa que coincidentemente o no está revoloteando en mi cabeza como un barrilete (Sí, barrilete. Que tontería. Y sí. Qué otra cosa podría ser. Debe ser por esto que estuve hablando hace un rato. Infancia querida de mierda) que va chocando con las esquina de mi cabeza y va creando tormentas eléctricas que me llenan de sensaciones extrañas, sensaciones que tienen el título de sensaciones y mejor dejo de explicar, es más lindo guardárselo para uno mismo. Sí, egoísta, ponele (La piedrita de mis huellas que podría llamarse Oliveira debe estar en otros zapatos o en París, en estos ya no. O en realidad sólo por estos minutos es válido ese "ya no", lo cual no deja de ser motivo de sorpresa). Casi exactamente igual como cuando te beso. 
Me das miedo cuando decís o actuás (espontáneamente/desapercibidamente/desinteresadamente) de manera que supieras exactamente lo que estoy pensando. No es que me den miedo los espejos ni las sombras, tampoco vos. Pero. Realmente estás lleno de este tipo de misterios. ¿Mi misterioso alguien? (jajajaja. Canción de mierda, realmente. Me extraña de vos. Y resulta increíble que todavía no te hayas dado cuenta que sos vos. O quizás. O silencio. Jude, en realidad) Y me encantaría ser propietaria de ese misterio y saber si en realidad lo hiciste por que sí (como siempre decís pero que esta vez no dijiste por que-) o porque lo pensabas mientras yo pensaba. Presentimientos o cualquier tipo de palabras que hable de cosas que nos dejen la cabeza prendida fuego y la boca seca con ganas de besos que hablen y pronuncien perfectamente: Temerosa Árbol. ¿Querés que lo diga? ¿O en realidad sólo tenías ganas de ponernos un espejo enfrente y reirte un rato, sin esperar nada? Ah, cielos. Sos un tarado. Por que siempre esperás, ya te conozco mirá. ¿Pero de verdad lo querés? Hablás tanto y decís tanto pero callás tanto también (Sí, es súper trillada esa frase pero es que este silencio/ruido es realmente mierda y en nosotros ya es algo trillado, querido) o a lo mejor no y es mi cabeza que tiene ganas de andar escuchando canciones que se titulen Duda (por costumbre, y dejemos el tema ahí si no querés que la cabeza se transforme en una locomotora del futuro e invente monstruosas inseguridades.) 


Y espero que no sepas lo que hoy pensé, o que no hagas ningún tipo de comentario al respecto porque claro, te tendría que pedir perdón o algo por el estilo y no soy buena para eso. Es decir, la cuestión no está en pedir perdón, sino en quedar en evidencia.

Yo no sé muy bien qué significó eso. Tengo la imaginación entusiasmada [Intusiasmada, inocente mezcla sintetizadora entre intuición y entusiasmo]. (Sos especialista en lograr eso en mí.) Eso no significa que mejore con mi literatura, no, lamentablemente eso empeora. Pero supongo que cuando suceda te voy a contar aquél sueño y vos te vas a reír como loco, me vas a retar por mi cabeza fríamente maquinante o por el agua o por el silencio. El silencio, nene. Y sabrás perfectamente, incluso mejor que yo y que Sofía, por qué temerosa árbol. Y es que es simplemente eso lo que siento: Temerosa Árbol.