miércoles, 4 de enero de 2012

Amo a Jueves aunque me hace mal.

No sé si es por contagio o qué pero ando desmotivada. Quizás es algo común en este tipo de cosas.

Ya está.
Pasaste el límite.
Llegaste a donde sabíamos que ibas a llegar.
Ya no quiero nada.

nada nada nada na da n a d a.
 ni de vos ni de nadie ni de nada.

No me siento débil ni sola ni triste. Quizás vacía.
Sin ganas, eso seguro.



Bueno ahora sí triste.


[casi] Todo chau implica un triste. Es así y yo no lo puedo cambiar.

me gustaría repetir el chau.
hay tantas cosas para decir aunque no sirvan de nada, aunque tu respuesta-víctima-pelotuda no sirva ni modifique. hay cosas que aún quedaron adentro y me gustaría decirlas.
yo no sé si te sigo queriendo.
sé que no quiero quererte ni usar mayúsculas.
lo cómico es que aún así seguís decepcionandome. La verdad que no sé como hacés, conozco todos tus trucos y aún así me das que pensar.
antes no quería llorar frente a quienes tienen la verdad. pero ahora que estoy sola y asumo lo que dijeron me siento lastimada.
si me preguntás qué es lo que me pone triste respondo pensar que todo lo que hicimos/dijimos era mentira. que jamás existió. que fue un juego. y cómo te gustó jugar.
yo ya no puedo. se me fue de las manos, por así decirlo y ya no puedo ni quiero ni nada. la realidad me angustia tanto tanto. no sé si alguna vez sentiste esto que siento yo ahora. pero es tan horrible. creo que si alguna vez me admitís que siempre me mentiste para ----- y que cuando me decías te quiero era mentira pero te gustaba que yo te diga la verdad entonces te voy a poder tirar todos los caramelos y gomitas y chocolates que te comías conmigo en la cara y decirte chau.
aunque ya te lo haya dicho. la cosa es que ya te di un chau. no te lo esperabas. fue divertido. me gustó decirte chau.  no me importaron las consecuencias y no me importan porque de verdad te necesito lejos de mi vida.

Entonces estaba borracha y rodeada de gente que me conocía, sí te hablaba con un tono de voz tranquilo, despreocupado como de un tercero. Y es irónico decirlo ya que supongo, yo en realidad era la tercera. Tenía un cigarrillo consumiéndose en la mano derecha y también un vestido bastante lindo. Estaba enojada, rencorosa, tranquilamente resignada. Vos no hablabas o decías que yo me equivocaba o querías callarme o respondías con tu predecible papel de víctima que te queda tan mal.  Te dije la verdad, no toda. No me diste tiempo o yo no me di tiempo, no recuerdo. 
No lloré.
No dolió.


Pero hace unos días, por una casualidad pelotuda, encontré tu encendedor y ahora se empieza a sentir la angustia de los chaus.










Y lloro y no me ves. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario