lunes, 31 de enero de 2011

Cuando Yo era Sofía

Sofía en el hospital


-¿Cómo te llamás?
-En realidad yo nunca me llamé de ningún modo. La gente tampoco me llama porque no me conoce. Alguien que me escribe me llama por un nombre que nunca elegí, bajo ninguna circunstancia.
-Estás confundida por lo que le sucedió, es entendible.
-¿Usted realmente entiende mi confusión? ¿Podría ayudarme?
-Claro que sí, para eso estoy aquí en este lugar. Ahora: dígame exactamente qué le sucedió.
-¿Realmente quiere que le cuente EXACTAMENTE qué me sucedió?
-Claro que sí. Por favor, sea breve que tengo otros pacientes.
-Yo no soy paciente. Más bien me recuerdo como una perra de pocas pulgas.
-A ver, señorita. Cierre los ojos y trate de recordar el motivo por el cuál usted se encuentra aquí.

-Sí, ya me acordé.
-Cuénteme.
-La realidad me cagó a trompadas.

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