miércoles, 4 de febrero de 2015

Espero que no vengas






¿Qué te pensás? ¿Qué? ¿Que sos el único que da todo por perdido? ¿El único que se da cuenta que todo está bastante podrido como para lograr lo que uno quiere?
Pelotudo.
La diferencia entre vos y yo es que aún sabiendo que todo está perdio, aún sabiendo que absolutamente nada vale la pena, que nada puede contra el vacío insistente que metamorfosea cual deseo efímero, aún sabiendo


seguimos.

Por otros caminos
tomando otras formas
diciendo otras palabras
sabiéndonos piel muerta o ingenuidad
seguimos aún sabiendo.





Y no sé por qué esto me hace sentir más afortunada.






No hay comentarios:

Publicar un comentario