-No soy una máquina.-dijiste. Y es que ya lo sé. Esa locura sin porqués fue la que me sedujo una vez.
Hoy es la que me aleja.
Los tratos hay que cumplirlos y es ilógico pensar en volver a ser Jude y Sofía.
No sé si me equivoqué en creer en esa realidad absurda. La cuestión es que decís que no te conozco mientras actuás de la forma en que espero. Y sin embargo, no te queda bien el traje de marioneta.
(Y a mí tampoco.)
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