jueves, 9 de diciembre de 2010

Cuando Yo era Sofía

Sofía y otro Mali-bú

Su boquita no paraba de hablar.
Era esa minina preciosa ,perdida, ojos rojos de tanto fumar.-
El muerto se pone de moda.
El pasado marca tendencia.
La hipocresía cierra el desfile.
Las pestañas de Carmen, la cintura de Rita, por atrás Marilyn, el cabello de Gilda, el dolor de Natasha, la voz de Dolores, la sonrisa...-
Una gripe y la madre en este bar sin luces pero con corcheas que fingen, que mienten, que me encantan.
Tan sólo tenía un planeador-

Me río. De todo eso. De mí. De nada. Con nada. Con nadie. Conmigo. Con este Mali-bú que tiene tanto sabor a ojos rojos o boca blanca, a una risa neurótica o un llanto sin ganas, a Jude sin Jude o a Otra Sofía.
Y se reía y reía y mezclaba pastillas
Le daba comida al dolor-

Mozo, otro Mali-bú.
La concha e’su madre la vida empezó
Hoy con un tipo mañana, con otro y ese don de eludir-
Bú y la boca se nos hace pajarito.
Bú, un nene inocente.
Bú, lenguaje bizarro.
 Y esa boca carnosa, divina, hermosa
que no se podía resistir-

Mali-bú hundime otra vez en vos.
Chulaso carioca-

Mali-bú sos.
Otro.
Otro sos.
Oh-Otro Mali-bú, por favor.

Y era toda poesía, nena hermosa, clandestina.
Se dormía todo el día y soñaba en Argentina.-
Oh. Siempre somos eso que no sabemos nene, o un Mali-bú en medio de un bar para cobardes con ojos rojos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario